lunes, 13 de agosto de 2012

La mejor película de superhéroes

Como si la mejor película de superhéroes se tratase. 

A un lado del ring, vestidos de blanco con estrellas y franjas apenas percibidas en la espalda, el equipo de más allá del Atlántico. Sus jugadores son dígase lo más parecido a Batman, Robin, Superman, Spiderman, "La Mamba Negra", El Capitán América o Linterna Verde (Supongo que me dejo alguno más por camino). Grandes producciones cinematográficas que tenían que hacer frente a otros héroes, que lo son super también, pero que provenían de la tierra de los conejos.

Al otro lado del ring, con uniformes rojos, no del color de la sangre pero que estaban dispuestos a hacerla, el equipo de la antigua Hispania. Encabezado por el capitán Don Quijote y escudado por Sancho Panza. Entre el equipo se encontraban Mortadelo y Filemón, el Capitán Trueno o Super López, entre otros. A priori no podían competir contra tanto superhéroe.

El pitido sonó y allá ellos, el elenco de rojos contro los blancos. Delgados contra musculosos. Talento contra calidad y fuerza de la naturaleza. Sancho Panza empezó enchufadísimo, Spiderman contestó y así un sucesivo cambio de golpes que concluyó el primer asalto con Spiderman lanzando su tela de araña para taponar un lanzazo de Don Quijote. Asalto para las barras y estrellas.

El segundo intercambio de golpes fue para los que querían arrebatarle el poder a los poderosos. Y así se descansó y se llegó a el tercer asalto. El "máximo" de los superhéroes de los rojos cogió el testigo. Don "Quijote Gasol" quiso enfrentarse a los altos y fuertes molinos de viento. Lo consiguió y a punto estuvo de ganarse a su Dulcinea de oro particular. Sin embargo, el más fuerte y grande de los molinos le hirió y lo bajó del caballo el tiempo suficiente para que su objetivo quedada más y más distante. 

Al final los grandes superhéroes de América ganaron a los tenaces, orgullosos e insaciables superhéroes españoles. Un gran espectáculo que fue el colofón al inmenso mundo en dos semanas que son los JJOO  donde participaron OTROS MUCHOS SUPERHÉROES.


Muchos tocaron el cielo del Olímpo, o se quedaron por debajo de las tres llaves que dan acceso al Partenón de los Dioses. Uno se convirtió en inmortal, en Leyenda, como él mismo se autodenominó. 

Empieza el fútbol ahora señores y señoras..




domingo, 5 de agosto de 2012

Ruedan las horas en el bar

Mientras transcurría toda la acción, una canción sonaba en alguna parte del mundo.


Vasile corría a toda prisa para coger el coche y poner rumbo de inmediato al hotel. Veinte minutos tardó en llegar al hotel. Aparcó y corrió disparado a la habitación. Allí, el mundo se le vino encima. Ella estaba delirando junto a un lago de sangre. Apenas pudo articular palabra alguna mientras la cogía entre sus brazos. Tenía un tiro debajo del hígado. Ella se dispuso a señalar hacia el cajón sus últimos esfuerzos los gastó en escribir una nota. Se miraron y ella cerró los ojos. 

— ¡¡¡¡¡No!!!!! —se oyó entre el ruido que hacía el mundo. 

Todo alrededor se detuvo, excepto él y sus lágrimas. Recogió la nota y salió alicaído de su habitación del hotel. No estaría dispuesto a dejar que además de llevarse la vida de ella se llevara su pan. Pero, eso sería mañana.

 Las dos de la mañana. Ruedan las horas sin parar. Entre alcohol y más alcohol su cabeza no paraba de dar vueltas y más vueltas como un tiovivo desenfrenado. Recuerdos de su breve e intensa compañía le aparecían en su cabeza. Sus lágrimas le bañaban. Sacó y se dispuso a leer lo único que tenía de Leire. Leyó: 

“ La ciudad de los grandes amores ”
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