Como si la mejor película de superhéroes se tratase.
A un lado del ring, vestidos de blanco con estrellas y franjas apenas percibidas en la espalda, el equipo de más allá del Atlántico. Sus jugadores son dígase lo más parecido a Batman, Robin, Superman, Spiderman, "La Mamba Negra", El Capitán América o Linterna Verde (Supongo que me dejo alguno más por camino). Grandes producciones cinematográficas que tenían que hacer frente a otros héroes, que lo son super también, pero que provenían de la tierra de los conejos.
Al otro lado del ring, con uniformes rojos, no del color de la sangre pero que estaban dispuestos a hacerla, el equipo de la antigua Hispania. Encabezado por el capitán Don Quijote y escudado por Sancho Panza. Entre el equipo se encontraban Mortadelo y Filemón, el Capitán Trueno o Super López, entre otros. A priori no podían competir contra tanto superhéroe.
El pitido sonó y allá ellos, el elenco de rojos contro los blancos. Delgados contra musculosos. Talento contra calidad y fuerza de la naturaleza. Sancho Panza empezó enchufadísimo, Spiderman contestó y así un sucesivo cambio de golpes que concluyó el primer asalto con Spiderman lanzando su tela de araña para taponar un lanzazo de Don Quijote. Asalto para las barras y estrellas.
El segundo intercambio de golpes fue para los que querían arrebatarle el poder a los poderosos. Y así se descansó y se llegó a el tercer asalto. El "máximo" de los superhéroes de los rojos cogió el testigo. Don "Quijote Gasol" quiso enfrentarse a los altos y fuertes molinos de viento. Lo consiguió y a punto estuvo de ganarse a su Dulcinea de oro particular. Sin embargo, el más fuerte y grande de los molinos le hirió y lo bajó del caballo el tiempo suficiente para que su objetivo quedada más y más distante.
Al final los grandes superhéroes de América ganaron a los tenaces, orgullosos e insaciables superhéroes españoles. Un gran espectáculo que fue el colofón al inmenso mundo en dos semanas que son los JJOO donde participaron OTROS MUCHOS SUPERHÉROES.
Muchos tocaron el cielo del Olímpo, o se quedaron por debajo de las tres llaves que dan acceso al Partenón de los Dioses. Uno se convirtió en inmortal, en Leyenda, como él mismo se autodenominó.
Empieza el fútbol ahora señores y señoras..
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