No estuvo más de lo que duran dos días con sus respectivas lunas en Cantur. El pueblo era pequeño, pero solo estuvo de paso. Cuando hizieron su aparición los primeros rayos de sol del tercer día por el Este, la chica abandonó el pueblo donde había presenciado un discurso. Al dejar atrás el pueblo, en lo alto de una colina, tuvo ante sí un inmenso paraje plagado de árboles, arbustos, montañas y un río. Bajó. Se adentró en un mundo nuevo.
Mientras caminaba... sin aparente destino, sus ojos se lo comían todo y, sus oídos disfrutan de aquella canción donde los pájaros llevaban la melodía, los insectos hacían de persusión y los mamíferos ponían el ritmo. "Ojiplática" se quedó... se empapó de las setas multicolor que la rodeaban, los hiervajos le hacían cosquillas en las espinillas y las grandes bocas que se divisaban en los troncos de algunos árboles parecían que le susurraban. Caminó... caminó... y caminó. El cielo se volvía cada vez más negro y la luna con su sonrisa y surcos en la cara hizo su aparición. La magia del lugar la hizo caer al césped que era el suelo. Las puntas de la hierva le besaban los mofletes. Son muy bonitos. Pensó en el danzarín de la lluvia... recordo su estancia en Cantur... y... y... ZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZ
El ambiente embriagador del bosque la hizo dormir profundamente. Durmió acurrucada, con sus rodillas tocandole sus codos y sus manos sobre su moflete izquierdo. Despertó una vez la Estrella amarilla se tomó el almuerzo. Estaba desorientada, aún dormida, tenía hambre, caminó. Anduvo... caminó...oyó. Pisadas a lo lejos... a media distancia... a corta distancia... deprás de los arbustos. Una sombra saltó hacia ella, ágil como un lince....
- I have been following you! - La sombra habló. A la luz era un león al que montaba un chico. I saw you in Cantur.
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